"...Me enfrento a los enigmas de la Naturaleza y a los misterios del Universo, donde su gèlido credo impone su inquebrantable Ley. Se difumina la memoria y solo queda el corazón. No se puede hablar como los hombres cuando hablas con una Deidad, ese es mi gran aprendizaje. Te ponen a escribir y colorear...dicen que os convertis en niños, falso. Estas coqueteando con la mutación hacia la dimensión divina, lejos de lo cerebral, lejos de lo humano, lejos del niño, pero muy cerca de mi alma..."

Jaime Hidalgo Lozano.

Entre musas