Realizar tu obra para que sea vista por otros, puede llevar al artista a la máxima desesperación, o a la estulticia si lo que se hace es suponer que sólo los demás pueden dar razón de tu existencia como artista.
Prefiero pintar lo que deseo, lo que me atrae, lo que me divierte o me perturba, para verme a mi mismo en esa interpretación que hago, para conocerme mejor y llegar a saber quien soy, hacia dónde me dirijo, equivocado o no, pero con decidida intención. 

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Entre musas